Diario de Avisos | Buscar en el presente huellas del pasado. Bajo esa premisa trabajan
desde hace un mes en archivos de la Península un grupo de historiadores y
antropólogos canarios, que pretenden elaborar un censo de víctimas de
la represión franquista. El proyecto, auspiciado por la Asociación para
la Recuperación de la Memoria Histórica de Tenerife, es una continuación
del que se realizó el año pasado sobre las Cañadas del Teide, que no
arrojó resultados positivos. En esta ocasión, como explica Victorio
Heredero, uno de los responsables del estudio, primero se está llevando a
cabo un trabajo de “investigación documental”, que consiste en buscar
datos sobre víctimas mortales y desaparecidos en los primeros meses del
golpe militar. Paralelamente, otro equipo, formado por Guacimara Ramos y
Luana Studer, están realizando una serie entrevistas personales por
toda la Isla, que, igualmente, puedan arrojar datos sobre la represión.
El principal objetivo de ambas líneas de trabajo es la elaboración de
un censo de víctimas, punto de partida de una futura búsqueda de fosas y
enterramientos. “En Canarias, lo más común era arrojar los cuerpos al
mar, de ahí la dificultad de encontrar restos en tierra”, subraya el
historiador tinerfeño, que junto a Aarón León ha visitando varios
archivos militares en la Península.
En concreto, tras revisar el Archivo de la Guerra Civil de Salamanca y
el Archivo Militar General de Ávila, esta semana visitaron el Registro
Militar de Guadalajara y el Archivo General de la Administración de
Alcalá de Henares, donde finalizaron esta fase de documentación.
“Buscamos información sobre represaliados republicanos, socialistas y
anarquistas canarios, que no están en los archivos de Tenerife”, denota
Victorio Heredero, quien asegura que “hemos encontrando datos sobre los
juicios, las cárceles y otros indicios sobre las desapariciones”. La
empresa, no obstante, es compleja, ya que en la mayor parte de los casos
los historiadores deben rastrear en medio de un vacío legal y
documental que apenas arroja luz sobre las presuntas atrocidades que el
régimen franquista llevó a cabo el Archipiélago. El proyecto, que
finaliza el 31 de julio, cuenta con un presupuesto de unos 30.000 euros,
procedentes de una subvención del Ministerio de la Presidencia del
Gobierno socialista. Su continuidad, sin embargo, está en el aire, ya
que el Ejecutivo popular de Mariano Rajoy ha cerrado la oficina de las
víctimas de la Guerra Civil y eliminado todas las subvenciones, que sólo
se retomarán para exhumar cuerpos.
“Trabajamos sobre un censo provisional de 134 víctimas, que se puede
ampliar a más 400 personas, que según algunos documentos fueron
asesinadas por el franquismo en la isla de Tenerife”, recalca Victorio
Heredero, quien deja claro que “muchas historias se conservan en la
memoria de las familias, aunque públicamente no se habla de ello”. “El
problema estriba en que en islas como La Palma o Gran Canaria llevan 20
años investigando este asunto, incluso antes de la Ley de Memoria
Histórica. Hay una labor que viene de atrás, de las asociaciones y la
Universidad, y se han puesto en marcha una decena de proyectos. A pesar
de eso, se han localizado pocos cuerpos”, arguye.
En Tenerife, en cambio, este segundo proyecto aún está en ciernes,
aunque pretende construir unas bases sólidas para el futuro. “Estamos
convencidos de que aparecerá una fosa en tierra, porque no todos los
represaliados fueron arrojados al mar, pero no es fácil pasar de la
documentación a la arqueología”, promete.
Después de tres semanas de intenso trabajo, los dos historiadores
tinerfeños han encontrado llamativos documentos sobre el Tribunal de
Responsabilidades Políticas y sobre la masonería en el Archipiélago
canario, “que demuestran el gran arraigo que tenían las organizaciones
de izquierdas en Tenerife”.